La juventud siempre a sido motor de progreso y lucha, ellos pueden cambiar una nación cuando se lo proponen, Daniel, Ananías, Misael y Azarías son fiel ejemplo de esto, ellos pudieron impactar su entorno y tiempo. dejemos que los jóvenes de nustros días sean esos Danieles que tanto necesitamos hoy en día, no les cortemos las alas como quiere el mundo hacer, sino que guiados por el Espíritu Santo serán esos tizones encendidos que cambien el mundo, se parte de esta última generación preparada por Dios para impactar el mundo.